La Alquimia y los Tiempos de Cambio
Según el Calendario de los Mayas, el final
del año 2.012 es también el fin de un ciclo de tiempo
de más de 5.000 años. Continúa siendo desconocido
para muchos, que en alquimia también este año - como
los siete años que lo preceden de preparación - tiene
una importancia especial.
Ulrich Arndt
La cuenta atrás de 230 Millones de Años.
Gracias a las investigaciones de José Argüelles, nuevamente
podemos acceder al antiguo conocimiento sobre el tiempo que los
Mayas poseían. Mediante la “Convergencia Armónica” del
16-17 de Agosto de l.987, él atrajo por primera vez la atención
de un público más extenso, hacia los “días
finales” del Calendario Maya y del inminente salto cualitativo
hacia delante en la historia de la humanidad.
El período más largo de tiempo en el Calendario Maya
asciende a 26.000 años. El solsticio de invierno del año
2.012, en los días 21-22 de Diciembre, no solamente acaba
el ciclo actual de tiempo de 5.125 años sino que también
termina este gran ciclo. De acuerdo a los registros Mayas antiguos,
el tiempo debe renacer en ese día. Las interpretaciones
Espirituales afirman que la conciencia humana predominante en ese
momento, influenciará considerablemente el tipo de desarrollo
para los siguientes 26.000 años. La astrología India-Védica
habla de una duración de 25.920 años, y también
los registros de otras culturas antiguas refieren un número
similar.
El verdadero “marcador del ritmo” para esto es la llamada “precesión” de
la Tierra, es decir, una rotación circular del eje terrestre. Éste
no siempre permanece en la misma dirección, sino que gira
alrededor de la línea ideal del eje – como una peonza.
Para completar un círculo, el eje terrestre tarda, aproximadamente,
de 25.920 a 26.000 años. Este lapso de tiempo es llamado
un “año platónico” o en la astrología
Antigua “un año en la vida de Dios, el Creador”.
Un mes del año platónico dura 2.160 años de
vida terrestre. Debido al movimiento rotatorio del eje terrestre,
este necesita una cantidad de tiempo durante el cual, el punto
vernal (la posición del Sol en el equinoccio de primavera)
se mueve a través de uno de los 12 signos solares. Si uno
divide esta 12ava parte del Zodiaco (360º:12 =30º) otra vez en
secciones de 1º, tenemos la duración de “un día
cósmico” que corresponde a 72 años terrestres
normales. El promedio de vida de un ser humano, a menudo dura sólo
un poquito más que un día cósmico. El equinoccio
a través de los 12 signos solares, se mueve en orden inverso
y, durante estos años (entre 1.960 y 2.020), deja al signo
solar de Piscis y entra en Acuario. Esto marca el comienzo de la “Era
de Acuario”, que ya había sido cantada en el musical
de la Nueva-Era “Hair”.
La entrada del equinoccio en el nuevo signo solar de Acuario después
de 2.160 años, ya es de por sí un evento extraordinario,
como también lo es el fin del año platónico
después de casi 26.000 años. Pero además,
todo ello coincide con un ciclo de tiempo mucho más grande:
en el año 2.012, nuestro sistema solar cruza el ecuador
de nuestra galaxia y por tanto, casi corta el estrecho “borde” del
disco giratorio espiral de nuestra galaxia.
Se requieren aproximadamente 230 millones de años para que
nuestro sistema solar complete una órbita alrededor del
centro de nuestra galaxia. Por lo tanto, se produce la repetición
de un evento, que la última vez que aconteció fue
al final de la era de Perm de la Tierra. Fue el tiempo en el que
se originaron las primeras maderas resinosas, surgieron los dinosaurios
y más tarde, los primeros mamíferos.
Comparado con este enorme ciclo de tiempo de nuestro sistema solar,
la Era de Acuario o de Piscis completa apenas dura una hora, y
el tiempo de vida humano de cerca de 72 años es, en relación
a este ciclo de 230 millones de años, de sólo dos
minutos. Es un hecho muy importante, que en los próximos
siete años que vendrán, tenemos la gran oportunidad
de experimentar conscientemente y quizás incluso modelar
un poco los “últimos 20 segundos” de la cuenta
atrás de estos 230 millones de años.
El Renacer Cósmico
Según la opinión del investigador Inglés
John Major Jenkins, los Mayas, han “calibrado” exactamente
su Calendario Sagrado en ese punto de encuentro entre nuestro sistema
solar y el ecuador de la galaxia. Jenkins dice: “El entero
génesis de los Mayas solo puede ser comprendido a través
de la importancia de esa conjunción.” En el solsticio
de invierno del 2.012, la línea estelar de la Vía
Láctea, circundará todo el horizonte – ésta
aparentemente se despliega en forma circular sobre la Tierra como
un radiante arco, a través del cual la Tierra puede ahora
entrar con nuestro sistema solar.
Las leyendas Mayas describen que el solsticio de invierno está relacionado
con el “Primer Padre” El Uno Hunahpu. De acuerdo a
este mito, un día él renacerá, e iniciará una
Nueva Era Mundial. La brillante puerta estelar de la galaxia con
la oscura apertura cósmica, puede ser entendida como el
canal del parto de la Madre Primordial. Por tanto, al mismo tiempo
el solsticio de invierno del 2.012, se convierte en el punto de
generación o nacimiento del “Primer Padre” y
en consecuencia, el comienzo un nuevo ciclo de tiempo de aproximadamente
230 millones de años.
“
El final del ciclo en el 2.012, significa nada menos que el salto
cualitativo decisivo en la evolución de luz y vida de la
Tierra”, escribe José Argüelles en su libro “El
factor Maya”. Argüelles, que redescubrió el Calendario
Maya, explica en su libro, lo que puede ser esperado durante los últimos
años del gran ciclo/ “el gran rayo sincronizador”: “…el
DNA de las formas más evolucionadas de vida de la Tierra,
están expuestas a una aceleración permanente.” Él
espera un “ ‘Crescendo’ de la materia” cuyo
propósito es permitir un flujo fijo de “frecuencias
armónicas” y por lo tanto una mejor y progresiva “sincronización”.
Esta resonancia acelerada trasmitirá impulsos creativos
a los seres humanos y ayudará a catapultar nuestro sistema
solar “dentro de la comunidad de inteligencias galácticas”.
Mientras tanto, muchos autores e investigadores privados suponen
haber encontrado verdaderas pistas de dicha “aceleración” y “ ’Crescendo’ de
la materia”. El científico de la NASA Gregg Braden
cuyo libro “El Despertar del Punto Cero” yo puse al
día, considera los siguientes hechos: la rotación
de la Tierra se está desacelerando, el campo magnético
de la Tierra desde que se empezó a medir se reduce más
y más y ya ha disminuido espectacularmente, el clima está en
un estado de realizar violentas cabriolas, y también se
intensifican las actividades sísmicas. Todo esto puede ser
una indicación del salto o movimiento del eje, el cual de
acuerdo con los ritmos observados en la historia de la tierra debería
haberse realizado hace casi 10.000 años y podría
esperarse que sucediera en los próximos 1.000 años.
Pero, ¿qué es lo que realmente sabemos acerca de
los ritmos naturales de la tierra y del sistema solar? Nuestros
registros recogidos científicamente no tienen más
de 100 años, y todos los eventos del pasado indirectamente
conocidos por muestras de hielo y estratos de roca, están
de hecho, basados en teorías e interpretaciones. Mientras
que los científicos y aún más los “profetas
apocalípticos” por ejemplo, han estado creyendo todavía
hasta hace algunos años, que el cambio o salto polar del
eje terrestre podría devastar a la Tierra en tres días
y que como mucho, se podría sobrevivir en cuevas profundas
y refugios subterráneos, los investigadores de hoy en día
tienen una opinión bastante diferente.
Debido a las nuevas simulaciones realizadas por ordenador, están
convencidos de que todo sucedería gradual y casi imperceptiblemente
en el curso de muchas décadas, mientras que la inclinación
actual del eje polar duraría solo 15 minutos. Sin embargo,
para algunos seguidores esotéricos seguidores de la teoría
del desastre, el salto polar apocalíptico en el solsticio
del 2.012, será un suceso inevitable para “purificar” la
Tierra antes de que se produzca un verdadero nuevo nacimiento del
planeta y de la humanidad. Y ¡“claro” que los
seguidores de esa teoría serán salvados!. De esta
forma, el año 2.012 será desafortunadamente mal utilizado,
para producir en las personas dependencia y ansiedad.
La Astrología de los Tiempos de Cambio
La Alquimia tiene un punto de vista diferente sobre
el desenlace del año 2.012, que enfatiza los ritmos cíclicos
planetarios y sus cursos, así como los incidentes que suceden
en la tierra y no una enorme catástrofe. Por lo tanto el
lema de la alquimia es: “Como es en el cielo así es
en la Tierra” o “Como es arriba es abajo”. Las
doctrinas secretas de la alquimia sobre “las fases de cambio
energéticas” en el hombre descifradas hace algunos
años, están íntimamente relacionadas con los
ritmos cósmicos planetarios, sus influencias sobre la Tierra
y, en consecuencia, sobre nosotros mismos. Existen ritmos cortos
que duran solo una semana, y varios ciclos largos de los planetas
que pueden durar de uno a varios siglos.
Este conocimiento planetario es necesario en Alquimia para producir
esencias curativas de alta calidad provenientes de metales, piedras
preciosas y plantas en el laboratorio. Por ejemplo, desde tiempos
antiguos, la Luna se relaciona con la plata, el Sol con el oro
y Venus con el cobre. Aún actualmente, cuando se producen
las esencias de tal o cual metal, gema o planta en la pequeña
fábrica de alquimia del bien conocido alquimista Alemán
Achim Stockhardt, se toma en consideración y se “captura” la
constelación del planeta relacionado. Si uno toma esas esencias,
se puede armonizar la influencia negativa del planeta relacionado.
En el curso de los últimos mil años, una parte del
conocimiento sobre estas fuerzas planetarias se ha separado de
la alquimia y ha conducido hacia la astrología actual. Sin
embargo, mucho de lo que la alquimia y la astrología extraen
de los ritmos planetarios se ajustan a las aseveraciones hechas
por Argüelles acerca del Calendario Maya. Como en el Calendario
Maya, aquí también varias “ruedas de tiempo
y planetas” pueden entrelazarse y crear una y otra vez nuevas
cualidades que pueden influenciar a los seres humanos. Por tanto,
para los próximos siete años, hasta el fin del 2.012,
es de gran importancia el paso de Urano a través del signo
solar de Piscis y el de Neptuno a través de Acuario. Solamente
en 2.011 y principios de 2.012, estos planetas dejan de nuevo estos
signos solares, sin perder su impacto inmediato. Ambos signos solares
significan conciencia: Acuario del espíritu humano y Piscis
de estados más elevados de conciencia.
Para el ser humano, la entrada de Urano en Piscis significa que
sus limitaciones serán eliminadas: la conciencia individual
se fusiona con la conciencia colectiva e ilimitada lo que puede
llevar a disolver conceptos, sistemas y relaciones sociales del
pasado. El individuo puede perder su estabilidad en su entorno.
Esto será reforzado por Neptuno en Acuario, porque aquí la
conciencia individual se retirará para dar paso a la ilimitada.
Para el individuo todo será accesible, pero también
fácilmente se hastiará de ello, mientras que difícilmente
estará en posición de poderlo suprimir. La capacidad
de coordinar está bajo una gran presión, los nervios
se sobre-excitan, se producen progresivas explosiones emotivas,
así como sentimientos de impotencia. Habrá más
y más casos, con tendencia a que se acrecienten. La totalidad,
sin embargo, contiene enormes posibilidades. El aspecto positivo
de esta constelación abre las puertas para que el ser humano
penetre en el subconsciente colectivo o conciencia cósmica.
La conciencia individual puede conectarse al todo. De hecho, todo
esto es indicativo que pasaremos a través de una fase profunda
de limpieza interna y una nueva orientación hasta el 2.012.
Durante el año 2.012, hasta el solsticio de invierno, Urano
pasa por el signo de Aries y Neptuno por el de Piscis. Estas cualidades
también fortalecen al “nuevo comienzo”. Una
desilusión aparente y el ardiente deseo de expansión
y libertad invitan a recapitular. El impulso positivo será crear
esta libertad en nuestro ser interior: algo nuevo ilimitado que
sentiremos interiormente en forma de amor, compasión y creatividad.
Tendremos alas para empezar de nuevo, confiando en nuestras propias
experiencias y nuestra propia intuición. Cuando Argüelles
a través de sus interpretaciones del Calendario Maya habla
de “aceleración”, de “’Crescendo’ en
la materia” o de “una fusión de la conciencia
nunca antes existente”, esto se corresponde con las constelaciones
descritas de Urano y Neptuno.
Entonces, parece que los planetas de nuestro sistema solar nos
atraen hacia una nueva orientación. La última vez
que Urano y Neptuno transitaron estos signos juntos, fue hace unos
165 años, entre l.836 y 1.848, el año de la Revolución
Francesa. Si uno va mucho más atrás hacia el pasado,
el período de tiempo en que Urano y Neptuno estuvieron juntos
en estos signos es más corto, o casi no hubo superposición,
lo que significa, que más allá del ciclo de 165 años,
existe un ritmo de tiempo de miles de años.
La Alquimia, sin embargo siempre tiene que ver con el lado práctico
de la astronomía. Por tanto, siempre está a la búsqueda
de medios y métodos para apoyar al ser humano en su proceso
de aproximación. Para esto, se ha desarrollado una esencia
especial que apoye al mejor uso de los aspectos positivos de la
constelación Urano-Neptuno. Esta es la esencia Rescate 2.012,
que abre la conciencia al cosmos, pero al mismo tiempo cuida que
uno no pierda su raíz en la tierra. Algunas personas todavía
necesitarán algo de ímpetu en los años venideros
para realizar las transformaciones internas. Aquí ayuda
una esencia especial de oro, la “cobra-oro” desarrollada
de acuerdo a una antigua receta India. Para aquellos que reaccionan
a la influencia de la constelación Urano-Neptuno con sobre-estimulación
y “nervios agitados” la esencia especial de plata “Eclipse
de Luna” fué preparada durante el eclipse de luna
de 2.004. Tiene un gran efecto calmante.
Ayudantes Poderosos en el Espacio Hasta
2.012, podemos esperar tres eventos celestiales especiales, y los
tres apoyarán los lados positivos de la constelación
Urano-Neptuno: El 27 de mayo de 2.009, habrá un encuentro
entre Júpiter y Neptuno. Esta conjunción fortalece
el reconocimiento creativo penetrando las profundidades del subconsciente
colectivo y los planos elevados de conciencia. Se intensificarán
los poderes espirituales más elevados, como la intuición,
la telepatía, el conocimiento a través de los sueños,
la canalización, etc. Como Quirón también
participa en la conjunción que tiene lugar en Acuario, se
producirán impulsos creativos y de sanación. Ocho
meses más tarde, esta cualidad será activada de nuevo,
cuando el planeta Júpiter entre en el signo solar de Piscis.
A mediados de este año, Júpiter encuentra a Urano el 19 de Septiembre
de 2.010. Esta segunda gran conjunción activa nuestra inspiración.
Las ideas creativas obtienen el fuego necesario, la individualidad se expande
y desenvuelve en forma nueva y positiva. Cuando la conjunción en Piscis
suceda, surgirán soluciones sorprendentes y formas creativas de abrirse
paso, también cubriendo el consciente y sub-consciente colectivo. Al mismo
tiempo, habrá también una conjunción entre Neptuno y Quirón,
que resultará de nuevo en un flujo de energías curativas.
El tercer evento extraordinario en el cielo planetario sucederá el 06
de Junio de 2.012, a saber, el Segundo tránsito de Venus después
de 2.004. La última superposición de Venus y el Sol fue en l.874
y en 1.882. Este encuentro celestial, fortalecerá especialmente la vida
de amor y la vida de comunidad, y reducirá la fuerza disolvente de la
constelación Urano-Neptuno. En el Sagrado Calendario Maya, Venus tiene
un papel importante y es asombroso que este raro evento se producirá exactamente
seis meses antes del solsticio de invierno de 2.012.
Estas constelaciones especiales, serán utilizadas por la alquimia práctica
para apoyar los poderes positivos en el proceso global de cambio de conciencia.
En previsión, ya durante el primer tránsito de Venus el 04 de mayo
de 2.004, se preparó una esencia especial de cobre y oro, diamante y rubí,
a saber de los metales y gemas de ambos planetas. Con su ayuda, la persona que
toma la esencia puede abrirse mejor a las fuerzas espirituales de la constelación
Urano-Neptuno.
El mismo tiempo y cualidad planetaria del tránsito de Venus en el 2.004,
se utilizó también para preparar una esencia para fortalecer el “cerebro
abdominal”, es decir, la intuición emocional y la mediación:
la esencia “azufre dorado”. Este azufre extraído de una combinación
natural de antimonio y azufre todavía contiene el poder transformador
y purificante del mineral del antimonio. Es este antimonio al que Rudolf Steiner
llamaba “el metal del hombre” porque es como el ser humano mitad
mineral y mitad metal flotando entre el cielo y la tierra. Por tanto, las esencias “azufre
dorado” y el “tránsito de Venus” se complementan uno
al otro, mediante la estimulación armónica de todos los poderes
espirituales de “cabeza, corazón y abdomen”.
La “Cura Semanal” en el Ritmo de los Planetas
La meta de la alquimia práctica es principalmente
apoyar y acelerar el “desarrollo natural hacia la luz, hacia
un orden y conciencia más elevados”. No era solamente
la producción del oro partiendo del plomo lo que contaba
para un verdadero alquimista, sino más bien encontrar el
más elevado remedio universal – esa sustancia que
transforma equitativamente el cuerpo, el alma y el espíritu.
Todo lo que es pesado, oscuro y enfermo en el ser humano, simbolizado
por el plomo “oscuro” será iluminado por medio
de los elíxires alquímicos de la vida, hechos de
metales, gemas y plantas y serán transformados en salud,
simbolizada por “oro luminoso”. Esta transformación
o transmutación es el “Gran Trabajo” de la alquimia
en el ser humano. Frater Albertus, el renombrado alquimista del
siglo XX, pone esto en palabras modernas: “La Alquimia no
es más que una gradual elevación del estado de vibración”.
Para elevar permanentemente el estado de vibración de los
individuos, los alquimistas Indios, han desarrollado una “cura
semanal” energética, la llamada “medicina de
los maharajas”. El nombre deriva del tiempo en el que los
sacerdotes eran reyes, cuando los candidatos al título de
maharajá debían de aplicarse esta “cura semanal” tres
veces en siete años en conexión con sus estudios
y ejercicios espirituales para el desarrollo de la personalidad
y la conciencia. Solo el candidato que podía curar imponiendo
sus manos y por tanto dar evidencia de sus cualidades espirituales,
era digno de regir como “rey de reyes”.
Aplicando esta “cura semanal”, el organismo humano,
su sistema energético, chakras y glándulas se sintonizan
con una resonancia armónica planetaria. Cada día
de la semana es regido por una energía planetaria. Este
conocimiento está contenido en los nombres de los días
de la semana: El domingo se refiere al Sol, el Lunes a la Luna.
El Martes deriva de Zeus, el Dios Alemán de la guerra que
corresponde a Marte (para detalles, referirse a mi libro: “Schätze
der Alchemie: Metall Essenzen” and “Edelstein-Essenzen” – “Tesoros
de la Alquimia: Esencias Metálicas” Esencias de las
Gemas”).
Durante la “cura semanal”, se toma la esencia que pertenece
al planeta del día: El domingo, las esencias de oro, rubí o
correhuela mayor(Convolvulus sepium); el Lunes las esencias de
plata, perla y pera, etc. Al mismo tiempo, los chakras se activan
y armonizan, desde del chakra raiz en Domingo, ascendiendo hacia
el chakra del corazón el Miércoles y hasta elevarse
al chakra coronario el Sábado. Esta atribución planetaria
secreta de los chakras que parte de la alquimia de la India y de
Occidente, así como del Ayurveda, está en armonía
con el más elevado estado de vibración del ser humano.
En alquimia esto es llamado “Rubedo”. A través
de la “cura semanal”, se espera que el hombre sea guiado
paso a paso desde el plano material de “Nigredo”, el
más bajo estado de vibración, hacia “la luz”.
Porque a menos que nos abramos al ritmo diario de las fuerzas planetarias
y las integremos armoniosamente, no podremos utilizar de forma
positiva las grandes constelaciones para nuestra personalidad y
conciencia que el cosmos nos ofrece en los próximos siete
años – comenzando con la constelación Urano-Neptuno
y las dos conjunciones de Urano hasta el único encuentro
de nuestro sistema solar con el ecuador de la galaxia.
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- Literatur: Ulrich Arndt, „Schätze der Alchemie: Edelstein-Essenzen“,
und „Metall-Essenzen“, beide im Hans-Nietsch-Verlag (mehr..) |
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